AVATARA


Una bofetada de vuelta 2022 La casa amarilla. Málaga.

Una bofetada de vuelta



Aunque, según la justicia distributiva, a cada uno hay que darle lo que le corresponde, se tiende a ignorar las circunstancias particulares de las mujeres cuando la sociedad pide a gritos que se respeten sus derechos fundamentales, de manera contundente.

El 70% de la población, bajo un tratamiento cultural hecho a la medida de los hombres, se siente amenazado y, en el peor de los casos, un 30% responde de manera violenta. Las mujeres continúan sufriendo marginación de género y la lucha para lograr la igualdad efectiva, y eliminar la distribución desigual de oportunidades, desaparece cuando el acto físico del maltrato continúa ensombreciendo cualquier atisbo de mejora.

Todo conflicto deberá ser solucionado sin recurrir a la violencia física.

El acto de levantar la mano y abofetear a una persona (para reformar su comportamiento o para castigar una acción que se considera poco apropiada) se convierte en un arma de doble filo en manos de muchos hombres, convencidos de su superioridad, y que utilizan esta acción para reformar la actitud de las mujeres; una actitud cotidiana que degrada a la mujer y la mantiene en una posición de indefensión frente a unos ideales trasmitidos durante generaciones.

Se continúan alimentando roles sociales de identidad que favorecen lo “masculino” y que son recibidas, por las nuevas generaciones, como el derecho de los hombres sobre las mujeres. Una dictadura social avalada por el derecho de abofetear para corregir una conducta “femenina” que mantiene la creencia de la superioridad de género.

Aún con todo, es la bofetada que no suena la que deja una marca perenne en el que la recibe. La no violencia jamás debe justificar un acto violento cuando pretende erradicar un mal endémico. Una bofetada desde la reivindicación y la lucha por la igualdad, en la obra de cuatro mujeres con visiones diametralmente opuestas que proclaman “no a la violencia“: Cristina Savage, Yolanda Dorda, Aixa Portero e Irene Molina.

Una bofetada de vuelta pretende reflexionar sobre la violencia activa (y silenciosa) con la obra de artistas que sufren discriminación en el mundo del arte; por una sencilla y simple condición de género.

texto: Roy Laguna para la exposición Una bofetada de vuelta en La casa amarilla.