POSTALRASO


El valle del lecrín. Granada. Residencia artística 2021

Las historias se cuentan mejor en el Valle de Lecrín. La inteligencia artificial se mezcla con las flores amarillas que adornan el paisaje, aquí el aire se respira de otra manera.

Este es el lugar donde puedes encontrar la mejor manera de vivir. Creo que estoy en la nube pero mi cuerpo está aquí.

Aquí sé que los chismes sobre el pánico se podrán escuchar. Y que nos acerquemos a la historia, en la que los más fáciles son los chavales que hicieron leyes o, por el contrario, los ganditos que proyectan tallas de imágenes que se niegan a reconocer. En el valle del Lecrín se cuentan secretos. Mis amigos se bañan en las piscinas de allá arriba, juegan con sus perros, pero solo yo puedo saber donde brillan sus ojos, vagan sus almas... domingo, 24 de junio de 2021. Estábamos cansados después de estar despiertos hasta tarde la noche anterior, así que decidimos descansar un poco. A eso de las cinco salí sola al jardín a recoger setas. Mientras caminaba por el sendero entre los árboles, vinieron hacia mi dos mujeres que se parecían mucho, vestidas de negro.

¿Cómo hacer una buena historia? Nunca he sido fanático de inventar historias, porque es muy difícil inventar algo que aún no existe y que no sucede todos los días en algún lugar, de una forma u otra (pero ese no es mi problema). Por eso no me gusta contar historias y, en general, evito hablar de ellas tanto como sea posible.

*Este texto ha sido generado por una inteligencia artificial a partir de una serie de notas-

pensamientos sin conexión aparente que escribí en mi cuaderno de dibujos durante la residencia de Post-alRaso 2021